Israel declara oficialmente la guerra a Hamás tras ataque sorpresa

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya había dicho el sábado que su país estaba en guerra con Hamas mientras el ataque de los militantes se intensificaba, pero su evaluación fue retórica. La decisión del Gabinete fue una declaración oficial de guerra.

Antes de la votación del Gabinete, Netanyahu declaró que Israel “tomaría una poderosa venganza” contra Hamas, incluso cuando los soldados israelíes lucharon contra los combatientes de Hamas el domingo en las calles del sur de Israel y lanzaron ataques aéreos de represalia que arrasaron edificios en Gaza.

Pero no estaba claro qué forma implicaría una nueva respuesta israelí. Algunos analistas de Medio Oriente han sugerido que Israel podría lanzar un ataque terrestre contra Gaza, lo que sería una escalada significativa del conflicto.

Cualquiera que sea la respuesta, Netanyahu advirtió: “Esta guerra llevará tiempo. Será difícil."

El mayor general Ghassan Alian, un funcionario clave de las Fuerzas de Defensa de Israel, dijo que Hamás había “abierto las puertas del infierno” con su ataque sorpresa y “asumirá la responsabilidad y pagará por sus actos”.
Israel dijo que al menos 600 personas habían muerto en Israel, incluidos 44 soldados, y más de 1.500 habían resultado heridas, mientras que funcionarios en Gaza dijeron que 313 personas habían muerto en el territorio y casi otras 2.000 habían resultado heridas. Un funcionario israelí dijo que el ejército había matado a 400 militantes y capturado a decenas más.

Pero Hamás también ha capturado a un número incalculable de israelíes (mujeres, niños y ancianos) y los retiene para un posible intercambio por prisioneros de Hamás.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en el programa “State of the Union” de CNN que Estados Unidos está investigando informes de que hay estadounidenses entre los muertos en los combates. Estalló la madrugada del sábado con una andanada de cientos de misiles lanzados por Hamás contra objetivos israelíes y una importante violación de las barreras de seguridad en la frontera entre Israel y Gaza.

Blinken lo calificó como “el peor ataque contra Israel desde la guerra de Yom Kippur en 1973”.

El máximo diplomático estadounidense dijo que Estados Unidos apoya firmemente a Israel y que la “primera preocupación” de Estados Unidos es “asegurarse de que Israel tenga lo que necesita” para combatir a los combatientes de Hamas. Blinken dijo que Estados Unidos anunciaría más asistencia militar a Israel más tarde el domingo.

La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden ordenó apoyo adicional no especificado para Israel después de que él y la vicepresidenta Kamala Harris escucharon un informe sobre el ataque de funcionarios de seguridad nacional.

Un funcionario estadounidense, el senador demócrata de Nueva Jersey, Cory Booker, se encontraba en Israel en el momento del ataque de Hamas, pero se refugió de manera segura antes de abandonar el país el domingo.

"Condeno enfáticamente los horribles actos de violencia, secuestro y terror de Hamas contra familias, niños y otros civiles israelíes en pueblos y ciudades de toda la nación de Israel", dijo Booker en un comunicado. “Estoy junto al pueblo de Israel y a las familias de quienes han perdido a sus seres queridos”.

El ataque de sorpresa señaló una importante falla de la inteligencia israelí, pero Blinken se negó a evaluar la culpa por el momento. "Habrá mucho tiempo para ver lo que todos se perdieron", una vez que se resuelva el conflicto militar, dijo.

Efraim Halevy, exjefe del Mossad, el servicio de inteligencia de Israel, dijo a CNN el sábado que Israel "no tenía idea de lo que estaba pasando".

"No recibimos ningún aviso de ningún tipo y fue una sorpresa total que la guerra estallara esta mañana", dijo, añadiendo que era la primera vez que los palestinos habían podido "penetrar" tan profundamente en Israel.

Los militantes lanzaron más de 3.000 misiles en menos de 24 horas, según Halevy. "Esto está más allá de la imaginación desde nuestro punto de vista", dijo Halvey. “No sabíamos que tenían esta cantidad de misiles y ciertamente no esperábamos que fueran tan efectivos como lo son hoy. ... Como operación, lamentablemente fue un gran éxito”.