Un sudafricano agradece a su esposa que haya puesto la casa de su padre a su nombre

Un sudafricano llamado Bhut'Lun Ngcobo ha llamado la atención en las redes sociales por una foto que compartió. La imagen lo muestra a él y a su esposa, acompañada de una leyenda.

“Nunca podré agradecerte lo suficiente por poner la casa de tu padre a mi nombre. Te amo".

La publicación generó mucho revuelo en las redes sociales, y muchas personas lo felicitaron por estar con una mujer tan increíble.

“Hermano, tienes mucha suerte. ¿Volverán a existir mujeres así? Una mujer nigeriana nunca podrá hacer esto. Es hora de que consiga una mujer sudafricana”. Shegun Hilary reaccionó

“Otras mujeres deberían copiar el ejemplo de esta mujer. Este es un ejemplo de mujer virtuosa. En verdad, el que encuentra una mujer, encuentra el bien”. Mtolo Shaik también reaccionó.

Se sabe que las mujeres sudafricanas son generosas y agradecidas con sus maridos. Pero este gesto en particular ha conmocionado las cosas para muchos.

Hemos escuchado a mujeres ofrecer y renunciar a cosas sólo para complacer a sus maridos y hacerlos felices. Pero poner las propiedades familiares a nombre de su marido es algo único.

Sin embargo, esto puede entenderse mejor dentro del contexto de las leyes consuetudinarias vigentes.

La acción de la mujer se alinea con ciertas leyes consuetudinarias observadas en ciertas regiones de Sudáfrica. Las leyes y prácticas consuetudinarias difieren entre tribus e incluso dentro de ellas, pero están principalmente arraigadas en principios sociales similares.

En algunas partes de Sudáfrica y, de hecho, en la mayoría de las zonas del continente, es costumbre que el padre sea el cabeza de familia y automáticamente tenga la propiedad de todo.

De acuerdo con el sistema patrilineal de matrimonio comúnmente practicado por la mayoría de los africanos, se entiende que una mujer casada pasa a ser miembro del grupo étnico de su marido. El hijo mayor heredará del marido la mayoría de los bienes que la pareja adquirió o poseyó durante su matrimonio.

En teoría, una mujer tiene derecho a conservar determinadas propiedades, como sus campos de cultivo, que pretende traspasar a su hija tras su muerte. El hombre cabeza de familia tiene la autoridad para decidir si la propiedad se transferirá a la hija en el momento de su matrimonio.

Si bien es técnicamente cierto que la mujer debe tener derechos de propiedad sobre la tierra y la autoridad para tomar decisiones al respecto, en muchos casos, el hombre cabeza de familia tiene el poder de tomar todas las decisiones relativas a la transferencia de tierras dentro de la familia. Tiene el poder de revocar el acceso de la mujer a la tierra cuando quiera.

En este contexto, uno comienza a preguntarse si tales leyes se aplican en el caso de Bhut’Lun Ngcobo y su mujer simplemente decidió tomar medidas preventivas y recibir reconocimiento, o simplemente fue verdaderamente magnánima.