Más de 50 muertos en dos accidentes ocurridos ayer domingo 29 de enero en Pakistán

Ayer domingo 29 de enero, dos accidentes enlutaron al país con pocas horas de diferencia: un accidente de autobús en el que murieron al menos 41 personas y el naufragio de una embarcación que costó la vida al menos a diez niños.

En la provincia paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa (noroeste), específicamente en el lago Tandam, se volcó una embarcación en la que viajaban entre 25 y 30 alumnos que hacían parte de una excursión escolar. De inmediato se llevaron a cabo las labores de rescate. La información fue proporcionada a la agencia AFP por el agente de policía Mir Rauf.

Diez niños de entre 7 y 14 años fueron encontrados muertos y otros 11 fueron rescatados, seis de ellos en estado grave, añadió el funcionario, que dijo que hasta otros ocho seguían desaparecidos.

Anteriormente, al menos 41 personas murieron al explotar un autobús tras caer de un puente al norte de la ciudad de Bela, en la provincia de Baluchistán. "Los cuerpos sin vida están irreconocibles", declaró Hamza Anjum, funcionario del distrito de Lasbela, donde se produjo la tragedia.

Uno de los tres supervivientes sacados de entre los restos sucumbió a sus heridas poco después y los otros dos se encuentran en estado grave, según Hamza Anjum.

El autobús transportaba 48 pasajeros cuando chocó contra un pilar y cayó por encima de la barandilla del puente por el que circulaba. El vehículo había viajado de noche desde Quetta, la capital de Baluchistán, a la ciudad portuaria de Karachi, a unos 700 kilómetros al sur.    

La seguridad vial, a menudo cuestionada en Pakistán

"Tememos que el conductor se haya quedado dormido", declaró Hamza Anjum, añadiendo que la velocidad también pudo ser la causa. Se va a iniciar una investigación para determinarlas y se realizarán pruebas de ADN para identificar a las víctimas "gravemente mutiladas", dijo el funcionario.

La seguridad del transporte se cuestiona a menudo en Pakistán, donde las muertes en carretera son especialmente elevadas debido al mal estado de las vías, la laxitud de las normativas y la conducción peligrosa. Los autobuses suelen ir llenos hasta los topes y el uso del cinturón de seguridad no está muy extendido. Los accidentes de tráfico son un tema frecuente en la nación asiática.

En noviembre, un minibús cayó por un barranco lleno de agua en el sur del país, matando a 20 personas, entre ellas 11 niños. En agosto, una colisión entre un autobús y un camión cisterna de gasolina en las afueras de Multan, capital de la provincia oriental de Punjab, causó un número similar de muertos.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 27.000 personas murieron en las carreteras de Pakistán en 2018. Los naufragios mortales también son usuales en el país, donde muchas embarcaciones con mal mantenimiento y abarrotadas navegan a pesar del riesgo de hundimiento.

Muchos pakistaníes no saben nadar, sobre todo las mujeres, desanimadas por las conservadoras costumbres locales. Para ellos, los trajes integrales, que pesan mucho cuando están empapados, son un peligro adicional en el agua.